ANALITYCS

viernes, 14 de noviembre de 2008

Pensar en uno mismo


"La vida de un hombre es lo que sus pensamientos hacen de ella" afirmó Marco Aurelio en el siglo II de nuestra era.
He leído está afirmación y no he podido más que sentirme totalmente identificada con ella, además de pensar que hace muchísimos siglos lo que preocupaba al ser humano era lo mismo que nos preocupa ahora, en pleno siglo XXI.
Es muy frecuente que pensemos sobre nosotros mismos de manera inadecuada, censurándonos y con frecuencia "machacándonos" con pensamientos desvalorizadores; que tendamos a minimizar nuestras acciones, nuestros aciertos y consideremos que son cosas que puede hacer cualquiera.
La percepción que tenemos de nuestros logros, de nuestra valía personal suele ser más bien modesta y, en muchas ocasiones, bastante negativa, viviendo como vivimos en una sociedad donde la competencia es feroz (desde el trabajo hasta el aspecto físico) y donde el triunfar y ser brillante se presenta como un perentoria necesidad.
De esta manera nos ponemos exigencias de perfeccionismos inalcanzables y, al mismo tiempo, minimizamos lo que hacemos, considerando que eso "lo hace cualquiera" y que debemos ser más: más brillantes, más ocurrentes, más perfectos físicamente... sin embargo, nunca llegamos a alcanzar eso ideales de perfección que nos exigimos, porque ese ideal no existe racionalmente y, lejos de sentirnos satisfechos con nuestro hacer diario, nos generamos una gran ansiedad, porque la meta que nos hemos puesto, al no ser realista, racional, se nos escapa siempre entre las manos, generándonos una gran frustración y niveles muy altos de ansiedad.
Por eso es muy importante ser justo con uno mismo y pensar, de manera real, racional, qué he conseguido, qué quiero, qué cosas sé hacer bien, sin exigirse perfeccionismo inútiles que solo generan malestar.
Pararse a pensar en uno mismo, cuestionarse cómo estoy, qué cosas he hecho, qué me gustaría hacer, no solamente en cuestiones del día a día (trabajo, ocupaciones, rutinas) sino también en cómo me siento, cómo está mi ánimo, etc, es una buena forma de manejar uno mismo las emociones, lo que lleva normalmente a controlarlas, autoncotrol que siempre nos genera seguridad y serenidad.
Pensar, y pensar bien, sobre nosotros mismos debería ser una tarea diaria porque ese prestarnos atención nos conduce, siempre, a llevar las riendas de nuestra vida.
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...