
Ahora que estamos a punto de finalizar el año, mentalmente empezamos a hacernos nuevos y buenos propósitos para el año que va a comenzar: dejaré de fumar, empezaré a hacer deporte, intentaré salir más, no comeré tanto o me pondré a régimen... todo eso y más, a partir del 1 de enero del 2009.
Sin embargo, estos pensamientos no suelen ser muy realistas, además de poco efectivos, y van pasando los días y empezamos el nuevo año, con pocas, o casi ninguna, de las cosas hechas que nos habíamos propuesto comenzar
La postergación no es buena estrategia, porque mentalmente nos engaña, nos damos permiso para seguir haciendo eso que queremos cambiar, afianzando ese hábito, normalmente poco sano, o incluso abusando más previamente, por ejemplo en el caso de la ingesta de alimentos, alcohol, drogas, etc. como si de manera mágica el 1 de enero ya fuéramos a tener fuerzas extraordinarias para empezar como nuevos y finalmente, hacer eso que nos hemos propuesto todo el año y que tanto nos ha costado cambiar.
Pero la realidad es que, psicológica y conductualmente, es mucho mas efectivo empezar YA.
Si tengo que dejar de fumar, voy a empezar Ya, hoy mismo, sin esperar ningún minuto más.
Si tengo que controlar la comida o dejar otros hábitos que no son buenos para mi salud, debo empezar Ya... la postergación nos calma ese momento de ansiedad que estamos teniendo, pero a la larga, nos afianza en el hábito negativo, y lo que es peor, como no cambiamos, nos afianzamos en la idea de que no podemos, de que para nosotros es imposible, que no somos capaces...
Recuerde que nadie se deshace de sus malos hábitos de repente, de golpe; hay que ir poco a poco, proponiéndoselo cada día, sabiendo que va a haber recaídas, por algo son hábitos y están muy arraigados, pero que, ante esas recaídas, vamos a seguir luchando, enfrentando aquello que nos hace infelices y nos perjudica, ya sea fumar, beber, consumir cocaína, o comer en exceso.
El cambio duradero y permanente está en el paso a paso diario y en ponerse Ya a intentarlo; no postergar, porque la postergación, normalmente, conduce a la inactividad, a paralizarnos y decirnos a nosotros mismos que no podemos....y la verdad es que siempre se puede, pero hay que hacerlo Ya, en este momento.
Decidirlo así, supone Ya, empezar a cambiar.