A las creencias que nos impiden avanzar y sentirnos bien se les denomina creencias irracionales. Entre éstas, algunas son bien conocidas como, por ejemplo, "debo tener la aprobación de los demás para sentirme bien"; y otras pasan más desapercibidas, como la exigencia de perfeccionismo, que tanto malestar causa a quien la tiene como creencia de que, si las cosas no salen perfectas, es que no valen.
Todas estas creencias irracionales que están en nuestra mente son las culpables del malestar que sentimos y de la infelicidad con que algunas personas viven.
Los acontecimientos ocurren y escapan fuera de nuestro control, siendo las creencias ante esos acontecimientos lo que provocan unas consecuencias, y no los acontecimientos en sí.
Esto es lo que produce que ante la misma situación unas personas sufran y otras no.
Con qué frecuencia decimos ¡qué buen ánimo tiene Fulanito!, ya me gustaría ser igual que él. Ese ánimo probablemente se deba a que sus creencias, el filtro por el que pasan los pensamientos de "Fulanito", este libre de ideas irracionales, de "deberías", dramatizaciones y anticipaciones con las que funcionamos desde siempre y que nos producen malestar.
Los acontecimientos activadores son importantes, pero es usted, y no ellos, quien genera directamente su comportamiento y sus sentimientos.
Dicho de otro modo: el poder está en usted. Filtre esas creencias, cambie de actitud. Si el poder reside en usted, no renuncie a él. Recuerde que usted siente del mismo modo que piensa. Cuando se sienta mal, se sienta derrotado, filtre bien sus pensamientos y analice cuánto de verdad hay en ellos y qué debe pensar, sin irracionalidades, para sentirse bien.
Todas estas creencias irracionales que están en nuestra mente son las culpables del malestar que sentimos y de la infelicidad con que algunas personas viven.
Los acontecimientos ocurren y escapan fuera de nuestro control, siendo las creencias ante esos acontecimientos lo que provocan unas consecuencias, y no los acontecimientos en sí.
Esto es lo que produce que ante la misma situación unas personas sufran y otras no.
Con qué frecuencia decimos ¡qué buen ánimo tiene Fulanito!, ya me gustaría ser igual que él. Ese ánimo probablemente se deba a que sus creencias, el filtro por el que pasan los pensamientos de "Fulanito", este libre de ideas irracionales, de "deberías", dramatizaciones y anticipaciones con las que funcionamos desde siempre y que nos producen malestar.
Los acontecimientos activadores son importantes, pero es usted, y no ellos, quien genera directamente su comportamiento y sus sentimientos.
Dicho de otro modo: el poder está en usted. Filtre esas creencias, cambie de actitud. Si el poder reside en usted, no renuncie a él. Recuerde que usted siente del mismo modo que piensa. Cuando se sienta mal, se sienta derrotado, filtre bien sus pensamientos y analice cuánto de verdad hay en ellos y qué debe pensar, sin irracionalidades, para sentirse bien.
