Aceptar que el proceso de envejecimiento es algo natural cuesta mucho a algunas personas, estando como estamos en un siglo donde el hedonismo, el individualismo y el culto a la belleza parece determinante en muchos casos.
No es infrecuente encontrarse con personas que sufren mucho por no ser de tal o cual manera físicamente o que se acomplejan innecesariamente porque su físico no parece adecuarse a los supuestos cánones de belleza hoy tan en boga. Tampoco ayuda mucho el constante bombardeo en los medios de comunicación, en anuncios y revistas, donde todo gira en torno a tal o cual aspecto físico o a tal o cual accesorio de moda.
Sin embargo, nadie parece acordarse de que envejecer es algo que nos va a ocurrir a todos, por mucho que algunas personas se empeñen en intentar retrasarlo, pasando incluso, para evitarlo, por intervenciones quirúrgicas de dudoso resultado.
Cronológica o temporalmente todos cumplimos años. Biológicamente, nuestro cuerpo va cambiando y pasamos por diferentes etapas en nuestra vida, con cambios en nuestro organismo y en nuestro aspecto físico.
Pero también olvidamos que hay otra edad, además de la cronológica y la biológica, que es la psicológica. Las tres edades conviven y se relacionan entre sí, entremezclándose e influyéndose, de ahí que, muchas veces, veamos a personas ancianas con un espitiru joven y realizando actividades que no parecen apropiadas a su edad o que intelectualmente se encuentran activos hasta muy avanzada edad. O personas que biológicamente pueden tener incluso enfermedades, pero que psicológica o espiritualmente tienen un animo joven y un espitiru inquieto y curioso.
La edad no solamente es cuestión de arrugas, sino también de forma de pensar; por eso es importante tener un ánimo atento a la vida, curioso y optimista, para que, aunque todos envejecemos, aprovechemos hasta el último minuto de nuestro transcurrir vital, viviendo plenamente. No importa la edad sino la actitud que mantenemos en las diferentes etapas de nuestra vida.
Disfrutémosla. Ese sí que es el autentico elixir de juventud.