Todos pasamos a lo largo de la vida por etapas difíciles: nos quedamos solos, perdemos el trabajo, sufrimos decepciones con personas a las que queremos, nos engañan, tenemos dificultades económicas y un largo etcétera.
Nadie dijo que la vida fuera fácil. Es más: es bastante complicada y, sobre todo, muy injusta. Por eso, esta misma certeza y la certeza de que nuestros días están contados, debería hacernos reflexionar para realmente preocuparnos de lo que es real y no de todas aquellas cosas que en el día a día nos quitan bienestar y que, en muchas ocasiones, carecen de importancia. Además, haciéndolo así tendríamos una postura mucho más activa, dándonos cuenta de que los cambios dependen mucho más de nosotros mismos de lo que pensamos.
Por eso les propongo que se hagan estas preguntas cuando se sientan mal, tristes o apesadumbrados.
1º ¿Es así de sombrío mi futuro o estoy echándome encima toda suerte de aflicciones que supuestamente voy a sufrir en los próximos años, aunque dichas aflicciones no son más que anticipaciones negativas irreales y, por lo tanto, de momento no existen?
2ª ¿Me lo estoy tomando todo demasiado en serio? ¿He pasado días sin dormir preocupándome por asuntos que luego he sabido resolver y que no han sido para tanto?
3ª ¿Realmente tendrá sentido dentro de un año o de unos meses este asunto que ahora me trae de cabeza?
4ª ¿Qué es lo peor que podría pasar? ¿Exageramos con demasiada frecuencia y perdemos de vista que, aunque en ocasiones ocurren cosas graves, nunca es el fin del mundo y la vida continua?
5ª Esta pregunta es muy importante: Aunque lo que que pase no sea bueno objetivamente, ¿qué voy a aprender de esta situación?
En general las personas aprendemos de las épocas difíciles porque tienden a fortalecernos interiormente y nos sitúan en el camino del bienestar como si nuestra brújula interior, que se había desorientado, volviera a colocarse adecuadamente.
6ª ¿Estoy siempre autocompadeciéndome y diciéndome “pobre de mi”, siempre absorto en mí mismo de tal manera que nunca salgo de ese círculo vicioso de autocompasión, quitándome fuerzas y convirtiéndome en mi peor enemigo?
7ª. Si realmente esto o aquello que he hecho no me ha salido bien, ¿significa que todo es un desastre o debería mirar bien y ver todo lo que me sale bien y todo lo bueno que tengo alrededor?
La vida no es fácil, pero deberíamos todos los días hacer una reflexión serena y justa de todo lo que nos da, mirar bien para sacar lo bueno de lo malo, aprender y vivir cada día como un paso más hacia nuestro principal objetivo que no es otro que vivir.
www.diazbada.com