El sufrimiento de R. era profundo. Consideraba que había decepcionado a sus padres porque no había llegado a ser lo que ellos ansiaban. Éstos habiendo hecho un proyecto de vida que no era el que R. quería y ella se sentía profundamente infeliz pensando en que les había decepcionado. La herida interior que sentía la hacía sentirse muy desdichada y poco valiosa. Al final, pendiente de no decepcionar a los demás, acababa por decepcionarse a sí misma, intentando hacer lo que los demás decían, sin darse permiso para dar su opinión o hacer aquello que le apetecía porque, supuestamente, según la escala de valores de los demás, no era lo suficientemente valido.
Realmente, en su mente funcionaba el axioma de que somos lo que hacemos. Como ella consideraba que no había hecho lo que debía o se esperaba, se consideraba una perdedora. Eso le hacía estar resentida contra todos. Malhumorada, empezaba sus días con un resentimiento que acababa por volverse contra sí misma. No funcionaba nada bien en su vida; ni la relación de pareja, ni la relación con sus amigos. Despotricaba contra la sociedad en la que vivía y contra los cánones que ésta impone, pero ella se esforzaba por seguirlos y criticaba duramente a quienes no lo hacían. Sus valores giraban en torno a aspectos exteriores, aunque era crítica con ellos.
No se daba cuenta de que no atraes lo que quieres, sino lo que eres, y no era capaz de conectar con sus valores profundos y empezar a darse la oportunidad de cambiar.
Empezar a considerarse un ser humano valioso, no por su aspecto, ni sus conocimientos, sino por lo que es; concentrarse en mejorar la vida de alguien y en ser amable con los compañeros de camino que se encuentra. No estar pendiente de uno mismo, sino de dar lo mejor de uno mismo en cada momento. Librarse de esclavitudes absurdas con respecto al físico y centrarse en lo que de verdad importa. Ser capaz de, al final de la vida, decirse que has sido importante para alguien y que has contribuido con tu existencia a mejorar la vida de alguien o mejorar de alguna manera este mundo que nos toca vivir.
Esto es lo más importante que debe aprender R. Para encontrar una paz personal que es el mejor objetivo de una vida plena. Y cuando llegue el último momento de la vida, ser capaz de descansar sabiendo que has vivido tu vida plenamente y de, si has sido capaz de conmover la vida de alguien con tu existencia, sentirse inmensamente feliz.