
Creo firmemente que la vida, si se le presta atención, nos enseña muchas cosas que, a veces, en el torbellino cotidiano, no somos capaces de ver. Si estamos atentos, cada día es un buen momento para aprender y disfrutar de la vida como lo que es: un regalo que debemos aprovechar para saber vivir “bien”.
. Todo pasará y después de mí vendrán otras personas… el saber que moriré me tiene que servir de acicate para vivir cada día con plenitud, alegría y serenidad.
. Me deshago cada vez de más cosas; materiales, pero también de pensamientos que no me sirven y que se convierten en circulares y me llevan a un callejón sin salida.
. Cada vez, mentalmente, voy más ligera de equipaje, centrándome en lo que realmente importa.
. Perdono a los que me han ofendido o se han portado mal conmigo; lo mismo espero que hagan por mí. Espero que sean indulgentes con mis fallos.
. Intento ver siempre en el otro una humanidad en la que me reconozco
. Me ejercito mentalmente para ser cada vez más flexible.
. Me esfuerzo en no sufrir por nimiedades
. Aunque a veces no lo parezca…la mayor parte de las situaciones difíciles que me tocan enfrentar son oportunidades para conocerme mejor y ser más fuerte.
. Serenidad es lo que intento conseguir cada día.
. Añado sentido del humor como receta infalible para sentirme bien.