La realidad, en ocasiones, nos abruma, nos aburre y nos hace vivir, pero malamente. No se trata, en la gran mayoría de los casos, de que nos falten cosas para nuestra supervivencia. No es infrecuente encontrarse con personas que afirman que no les falta de nada, y, sin embargo, no se sienten bien.
“No tengo de qué quejarme”, me dicen, pero, sin embargo, ”paso mis días simplemente pasando, sin disfrutar plenamente, como si el ánimo estuviera siempre en un estado de hibernación sin casi sentir ni padecer… simplemente, estando”.
Les propongo para salir de ese estado de ánimo, que se obliguen cada día a vivir de un modo consciente. Eso conlleva, sin duda, crearse diariamente el siguiente hábito mental.
Lo primero es obligarse a prepararse mentalmente o entrenarse, para finalmente convencerse y llegar a pensar así. No es difícil, aunque sí exige constancia y entrenamiento; un entrenamiento mental tan constante como otro tipo de entrenamientos, hasta que conseguimos que se convierta en un hábito. Un nuevo hábito de pensamiento que le hará sin duda sentirse mejor.
Empiece por obligarse a vivir el presente; el día de hoy. Y, además, viva de acuerdo con él. Olvídese de irse a mundos mágicos o fantasiosos. No le conducen a nada.
Aplique siempre la razón a todo lo que haga. No se deje llevar por lo irracional. Enfoque bien su mente cuando, en ocasiones, su mundo se derrumbe.
Piense; párese a pensar en lo que está pensando, frente a la idea más fácil de no pensar.
Respete la realidad, frente a la ensoñación o la huida de la misma. Aunque esa realidad sea dura o dolorosa, siempre es mejor verla y enfrentarla que negarla.
Tenga voluntad para atreverse a correr riesgos calculados, aunque den miedo, frente a la vaguedad y la aparente comodidad, que nos proporciona pasividad y malestar.
Admita sus errores y tenga voluntad para corregirlos, en vez de perseverar en ellos.
Y, por último, sea honesto consigo mismo.
Todos sabemos cuándo nos autojustificamos o nos engañamos.
No lo haga. Siempre es mejor la consciencia y la honestidad consigo mismo.
Es la manera de avanzar y vivir mejor.
