Una persona que acude a la consulta me cuenta que tiene una vida que no quiere llevar. Sus quejas acerca de los acontecimientos diarios que le toca enfrentar están llenas de autocompasión y de una profunda necesidad de cambiar, de hacer otras cosas, de conocer a otra gente y de, en definitiva, cambiar de vida.
¿Qué es lo que le impide dar los pasos para empezar a cambiar? En principio, tiene todo a su favor: trabajo, salud, un entorno que le apoya…y, sin embargo, no es feliz.
La primera cuestión importante es ser muy conscientes de que la vida de cada uno es lo que realmente uno quiere que sea, tanto a nivel comportamental como a nivel mental.
Tenemos que ser conscientes de que nuestra vida irá y discurrirá por donde queramos que vaya… no vale echar la culpa a los demás, al universo o al mundo en general. Esto es algo que veo muy frecuentemente: me autocompadezco y me enroco en pensamientos acerca de mi mala fortuna, lo desgraciado que me siento y lo mal que me salen a mí las cosas… cuando en realidad todos estos pensamientos son, primero, absolutamente falsos y, además, tremendamente paralizadores, porque en esa espiral de autocompasión y autoderrota encuentro justificación para seguir inmóvil y no hacer nada, y eso hace que siga pensando mal, convirtiéndose mi vida en un círculo vicioso del que solamente puedo salir yo.
Pero salir significa dejar de sabotearse y de autocompadecerse y pasar a la acción. Primero haciendo cosas que hasta ahora no he hecho… porque si sigo haciendo lo mismo que me hace sentir mal… evidentemente seguiré sintiéndome mal.
Al mismo tiempo, es necesario tener el profundo convencimiento de que es mi actitud la que hace que mi vida sea una derrota diaria y tendré que enseñar a mi mente a enfocarse en lo positivo y bueno que tengo alrededor. Todo, menos seguir en esa actitud victimista que lo único que me produce es malestar y una actitud mental que se va apoderando de mi mente y acaba por decirme que mejor tirar la toalla y no intentar nada.
Pensar y hacer lo inusual, y ver qué pasa y cómo me siento, es el primer paso para empezar a cambiar y para darse cuenta de que su vida será lo que usted, y solamente usted, decida que sea.
