¡Qué poca paciencia tenemos con nosotros mismos! En general, tenemos dos varas de medir: una para los demás y otra para nosotros mismos. La de los demás tiende a ser más ecuánime y justa y enseguida entendemos las razones de los fallos o meteduras de pata del otro… sin embargo, con nosotros mismos, nos volvemos jueces implacables que se condenan duramente sin atisbar a veces ni un ápice de compasión.
Así también, con frecuencia asumimos que los demás van intentando cambiar, mejorar, pero nosotros queremos que esos cambios sean inmediatos… sobre todo los que tienen que ver con el cambio personal, el control de nuestras emociones y otros cambios que afectan directamente a nuestra manera de enfocar el mundo.
Por ejemplo, cambiar de hábitos requiere paciencia, ya que es frecuente que estos viejos hábitos que queremos echar de nuestra mente regresen y regresen. Claro ¡para eso son hábitos! Y están fuertemente grabados en nuestro cerebro. Para que la huella de esos hábitos negativos se borre, necesitamos ser perseverantes y tener paciencia.
Empiece por un cambio fácil: aprenda a ser más positivo.
Propóngase que, cada vez que se sienta mal, que esté criticando o refunfuñando… va a intentar parar su pensamiento y empezar a pensar en positivo.
Intente sacar lo bueno de lo malo. Es un ejercicio muy sencillo, pero que requiere práctica y constancia para que llegue a convertirse en un hábito de pensamiento y, por lo tanto, de vida.
Notará que cuando ve lo bueno en lo malo, cuando deja de refunfuñar y quejarse, inmediatamente se siente mejor.
Además, aumenta su automotivación con lo que, a la hora de enfrentarse a los problemas, los resolverá mejor, porque abrirá a su mente a todas las posibles soluciones que tenga por delante.
No se desanime, los grandes cambios siempre son pasito a pasito… aquel que dice que cambia de un día para otro… ¡mal cambio! Generalmente, al cabo de poco tiempo se vuelve otra vez al punto de partida.
Cambiar esa actitud negativa requiere perseverancia, pero el resultado siempre, siempre, es serenidad, bienestar y una buena autoestima personal.
