Aprender a reaccionar de forma positiva nos predispone a motivarnos y a enfrentar los problemas con mejores herramientas que si nos dejamos abatir y creemos que se nos viene el mundo encima. Parece que esto está claro desde un punto de vista científico. Un buen estado de ánimo hace que nuestra mente, neurológicamente, sea más imaginativa y creativa.
Consecuentemente, mantener una perspectiva adecuada, positiva, cuando surgen problemas, será vital para poder resolverlos y sentirnos bien.
Para mantener esta actitud positiva, les recomiendo que tengan siempre presentes en su mente estas pautas:
1. Todo pasa por los pensamientos. Los acontecimientos se suceden y no podemos controlarlos, pero lo que sí podemos controlar es lo que pensamos acerca de ellos.
2. No se quede rumiando su mala suerte y lo mal que lo está pasando, y avance. Piense qué puede hacer y cómo puede solucionar lo que le está sucediendo. De lo malo, siempre se pueden sacar cosas buenas. Depende de cómo se piense y se enfoque le problema.
3. No espere pasivamente a que los problemas se solucionen. Tenga un objetivo y vaya dando pasos hasta conseguirlo. Concéntrese en la solución y no en lo terriblemente desafortunado que se siente por tener ese problema.
4. Dé las gracias. A Dios, a la vida o el universo. Pero tenga gratitud ante todo lo bueno que le ha ocurrido en la vida, las personas que le quieren, y todo lo bueno que le rodea.
5. No deje de querer y mostrarse afectivo y cercano con sus seres queridos. Piense en que cuando no estén, lamentará no haberlo hecho. Libérese de vergüenzas y supuestos ridículos, y sea cariñoso. Ser cariñoso recuerde, no es ser pegajoso. El cariño o afecto se puede demostrar de muchas maneras.
6. Aprecie los acontecimientos diarios gratificantes que todos tenemos. La felicidad no está en grandes acontecimientos, sino en esas cosas pequeñas que continuamente tenemos y pocas veces valoramos.
7. Pase página sobre aquellos acontecimientos que dejaron una herida en su corazón. La herida seguirá ahí. Pero de usted depende el que siga rumiando el dolor que le causó, y que éste se convierta en sufrimiento. Será el bálsamo de sus propios pensamientos el que le aliviará.
8. Si echa de menos a alguien a quien ha perdido, recuerde siempre que él/ella querría verle feliz. Dedíquele cada día su mejor actitud.
9. Recuerde que usted sabe a dónde va. Nadie puede hacer que se sienta mal si usted no quiere. No se canse en dar explicaciones, en autojustificarse y siga su propia senda que solamente usted, y sólo usted, marca.