La ansiedad y las preocupaciones suceden muchas veces cuando estamos o bien centrándonos en el pasado que fue, o anticipando un futuro que creemos va a ser.
Generalmente, estas anticipaciones negativas acaban con nuestra motivación y nos sumen en un mar de dudas, inseguridades y malestar… en el presente.
Resulta curioso cómo utilizamos nuestra imaginación para anticipar todo tipo de desgracias, inconvenientes e incluso catástrofes, dejando llevar nuestra mente a un futuro que no sabemos qué va a depararnos.
No hay ser humano que pueda adivinar el futuro, luego intentar adivinarlo, poniéndose además en lo peor, lo único que nos causa es malestar.
Debemos ser conscientes de que nuestra calidad de vida se relaciona estrechamente con el ser conscientes del aquí y ahora.
Es decir, lo pasado, ya está hecho. No podemos intervenir en lo que hicimos o dejamos de hacer.
El futuro, no sabemos qué nos deparará.
Dedicar demasiado tiempo al pasado o al futuro hace que pierda el presente y produce un gran desgaste mental.
Les propongo un ejercicio: esté haciendo lo que esté haciendo, sea consciente de qué es.
Mire a su alrededor, vea los muebles que le rodean, Las personas con las que está; si está dando un paseo, mire bien a su alrededor.
Conecte con este presente siendo consciente de dónde y con quién está.
Notará que está concentrado cuando sienta que en ese momento está en el aquí y ahora. Haga este ejercicio regularmente y mantenga sus pensamientos ocupados en ese momento presente.
Es estar despierto y no dejar que su mente divague en anticipaciones negativas o en un pasado que, por vivido, ya no está.
Se sentirá mejor concentrándose en el momento presente, aumentará su motivación y sus ganas de seguir adelante.
