Teresa Díaz Bada. Consulta de Psicología Clínica en San Sebastián. 666861224 (Whatsapp) / teresa@diazbada.com
domingo, 27 de agosto de 2017
LAS GUERRAS DE LA MENTE
Nuestros pensamientos negativos crecen y se hacen más fuertes cuanto más pensemos en ellos. Esto es algo tan cierto que basta ver cómo nuestro estado de ánimo cambia en cuanto decidimos empezar a pensar de otra manera.
Cuanto más nos centramos en alguna decepción sufrida, en un problema o en algo que nos entristece… parece tener más fuerza y nos resulta más difícil sacarlo de nuestra mente.
Mantener la mente en paz supone negarse a pensar en aquello que nos atormenta y que rumiamos y rumiamos, como si se tratase de un círculo vicioso, sin darle salida.
No se trata de volverse irreflexivo e inconsciente, sino que sabiendo con certeza que si damos vueltas a lo que nos aflige no conseguimos más que empeorar nuestro estado de ánimo, deberá ser mejor, por lo tanto, dejar de pensar en ello.
Para ello, para conseguir dejar de librar guerras en nuestra propia mente, es útil primero decidir no pensar en ello y bombardearse mentalmente con otro tipo de pensamientos. Es decir, dirigir nuestro pensamiento a otros temas y conducir la mente a aquello que decidimos pensar.
Deberemos, además, dejar atrás el pasado, independientemente de que el hecho pasara hace 10 años o dos horas.
Tener la certeza de que la felicidad es el aquí y ahora, el momento único e irrepetible de estar aquí, porque realmente es lo que tenemos.
Acceder a la felicidad no es más que decidir asirse a ella, con un funcionamiento de nuestra mente sano, con la certeza de que depende única y exclusivamente de mí y no tanto de las circunstancias, que a veces acompañarán y otras no.
No anteponga sus pensamientos derrotistas a sus sentimientos y pensamientos positivos y tenga la certeza de que si así lo decide, será feliz.