Teresa Díaz Bada. Consulta de Psicología Clínica en San Sebastián. 666861224 (Whatsapp) / teresa@diazbada.com
domingo, 3 de septiembre de 2017
UNA BUENA ACTITUD
Todos tenemos una determinada actitud hacia cuanto nos rodea.
Sean personas o el conjunto de situaciones que nos toca vivir en el día a día, todo ello se ve a través del cristal de nuestra actitud.
Los hechos ocurren. Los acontecimientos se suceden, y será nuestra actitud la que haga que unos y otros vayan conformando nuestro mundo, nuestro día a día, y además también nuestra manera de enfrentarnos al mismo, así como las diferentes emociones que experimentemos.
La actitud es algo que todos hemos aprendido. Se basa en el conjunto de creencias que vamos conformando a lo largo de nuestra vida. En parte, estas creencias son heredadas, las creencias que recibimos educativamente de nuestros padres, de nuestro entorno, de la sociedad en la que vivimos o en la cultura en la que vamos formándonos. Pero también, en parte, de las modificaciones que nosotros mismos vamos realizando a lo largo de nuestra vida.
Conforme vamos creciendo, vamos aprendiendo y modificando algunas actitudes para añadir otras. La actitud además se refleja también en nuestra comunicación no verbal, en nuestros gestos y posturas. En la mirada. La actitud es además fundamental para potenciar la aptitud. Tener una buena actitud nos libera, nos abre puertas y nos libra de sufrimientos inútiles.
Nuestra actitud también se forma por la imagen que tenemos de nosotros mismos. Independientemente de la circunstancias, la manera en que nos vemos a nosotros mismos determinará también nuestra actitud. Una buena autoimagen potencia actitudes de enfrentamiento, resolutivas; sin miedo a nada. La actitud se convierte así en el mejor antídoto contra el miedo, la inseguridad.
Si desea mejorar su actitud empiece por ser consciente de ella. De los efectos que tiene. Si es consciente de que de su actitud depende su estado de ánimo intente mejorarla.
Para ello, empiece a pensar de manera más positiva hasta que se convierta en un hábito y verá que cuando su actitud cambia, la manera de relacionarse con el mundo que le rodea, también.