Este fin de semana se me ha estropeado mi tablet; el viernes pasado, simplemente, no se encendió.
Allí tenía todas las citas de mi consulta y direcciones… me temo que no va a haber manera de que se recupere. Les pongo mi ejemplo, porque mentiría si les dijera que, en unos primeros momentos creí que ¡¡¡me daba algo!!!
Pero intenté aplicar lo que sé que da resultado y tantas veces aconsejo a mis pacientes.
Y puedo asegurarles que da resultado; cien por cien… lo acabo de comprobar.
Esto es lo que pensé:
*Céntrate en la solución, no en seguir quejándote y en lo que podías haber hecho y no hiciste (por ejemplo, una copia de seguridad, etc.)
*Deja de culparte y de creer que es el fin del mundo.
*Piensa despacio en qué puedes hacer (escribir y llamar a todos los pacientes que, como era de esperar, con amabilidad me han recordado las horas que teníamos concertadas)
*Siéntete bien, porque a pesar de los inconvenientes has conseguido rehacer la agenda.
Además insistí en mi mente en recordarme que:
- Puedo cometer errores y eso me hace más humana, no peor…aunque les aseguro que ya no se me olvidará hacer una copia de seguridad. Eso es lo bueno de los errores, que aprendemos de ellos.
- Siempre hay que tener esperanza; para esto y para todo.
La esperanza es una energía que nos impulsa a avanzar e impide que nos atasquemos.
- Hay que aceptar la vida como viene.
Este fin de semana, una buena amiga y profesional, acababa de morir después de una penosa enfermedad… como comprenderán, después de esto y de que la melancolía me llene por tantos momentos buenos pasados juntas, el tema de la tablet queda en muy segundo término.
Conectar con los valores y con lo realmente importante, nos ayuda a tomar distancia y a no dejarnos llevar por el pánico.
Por eso, porque a mí también me pasa, les recomiendo que no duden en poner en práctica lo que siempre les aconsejo. Peleen bien con sus pensamientos, para que éstos y su mente se conviertan en su aliada y no sufran más de lo necesario.
La vida es injusta y dura, y precisamente por eso, y de la misma manera que tiene cosas estupendas, hay que saber manejar los inconvenientes que nos encontramos sin dramatizar y quedándonos con lo bueno de cada día. Siempre lo hay.
Gracias a todos/as.