Tratar con gente irracional: Huir del “Me cae mal”.
Es frecuente que nos encontremos con personas que se comportan de manera irracional. Aunque a veces nos cueste creerlo, no son así para molestarnos o complicarnos la vida, lo que les ocurre es que no son capaces de manejar sus frustraciones y las pagan con los demás.
La mejor manera de enfrentarse a este tipo de personas es:
* Cuando se sienta tenso o enfadado ante una conducta irracional de otra persona, no diga nada. No está obligado a reaccionar inmediatamente. Respire hondo. Esto contrarresta el impulso a reaccionar que provoca el enfado o el estrés. Repítase: esto es una oportunidad para aprender aplomo y tranquilidad.
*Ante una conducta verbal irracional, el primer impulso es cortar el discurso para gritar que la razón está de nuestra parte. Pero interrumpir solo intensifica la hostilidad. No discuta ni intente hacer entrar en razón a su interlocutor. Su interrupción no cambiará la mente de nadie y solo alimenta el conflicto.
*Imagine el agua de un río. Observe cómo el agua no tropieza con la misma piedra una y otra vez, sino que fluye alrededor del obstáculo que encuentra. De igual forma, no se resista a la fuerza irracional de su interlocutor. Deje que fluya por su cuerpo y mente sin que le haga mella.
*Respire para calmarse: Piense lo primero que le gustaría decir o hacer ante una persona irracional, pero no lo haga. Tome un respiro y exhale despacio el aire. Concéntrese en eso.
Son muchas las personas que cuando han de enfrentarse a estas situaciones reaccionan de forma automática poniéndose a la defensiva o siendo agresivas. Y, en muchos casos, incluso pretenden cambiar los comportamientos irracionales del otro intentando hacerlas entrar en razón. Pero esta estrategia aún empeora más las cosas. La persona irracional reacciona aún más irracionalmente y la situación puede encresparse por ambas partes hacia una discusión más candente.
La actitud de renunciar a cambiar comportamientos irracionales puede parecer a muchas personas un síntoma de rendición o debilidad. Sin embargo, es una opción para ser más flexible y tolerante. Ver más allá de aquello que nos molesta o irrita para descubrir que lo que nos conviene es desdramatizar las conductas irracionales de los demás para no perder nosotros la calma.
Si decidimos que alguien nos cae mal, no necesariamente tenemos que convertirlo en un enemigo y podemos renunciar a la aversión hacia esa persona intentando flexibilizar y ser más tolerantes. Flexibilizar será no convertirla en nuestra amiga, pero intentar, a pesar de su irracionalidad, en pensar en algo positivo que pueda tener.