Teresa Díaz Bada. Consulta de Psicología Clínica en San Sebastián. 666861224 (Whatsapp) / teresa@diazbada.com
domingo, 15 de julio de 2018
NO APURARSE... PARA VIVIR MEJOR
Dicen que la paciencia es una virtud y pienso que así es.
Cuántos sufrimientos nos evitaríamos, sobre todo mentalmente, si fuéramos más pacientes y diéramos un margen a que las cosas ocurriesen no cuando queremos, sino cuando deben ser.
Vamos tan acelerados que queremos tenerlo todo ¡ya!, sin darnos cuenta de que la vida tiene sus ritmos y que en muchas ocasiones no tenemos lo que queremos cuando tanto lo ansiamos, y paradójicamente cuando lo obtenemos, al cabo de un tiempo, no lo valoramos.
Dicen que hay más lágrimas derramadas por las cosas que pedimos y nos son concedidas, que por aquellas que no tenemos.
Esto me hace pensar que quizás eso que queremos o ansiamos que suceda, si lo miramos con paciencia y reflexión, es posible que nos diéramos cuenta de que tampoco era tan necesario o que realmente no iba a ser bueno.
En ocasiones, cuando algo nos sale mal, el paso del tiempo nos hace darnos cuenta de que tampoco fue tan terrible y que de eso también aprendimos o que, incluso, nos vino bien que sucediera.
Mentalmente, la impaciencia provoca mucho desgaste porque rumiamos y rumiamos pensamientos, dándoles vueltas circulares, cuando en realidad no nos conduce a nada más que a generarnos mucha ansiedad.
Por eso, cultivemos mentalmente la paciencia… dejemos que las cosas sigan su curso natural y reflexionemos sobre aquello que ansiamos, pensando en que si llegan, serán bienvenidas, pero si no, toleraremos esa frustración y pacientemente seguiremos adelante.