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Imagen de Pete Linforth en Pixabay
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En estos momentos de incertidumbre, más que nunca hay que mantener la calma. Hay que evitar pensamientos anticipatorios negativos que nos asusten y que lleven a generarnos una ansiedad innecesaria y un malestar que no se corresponda con la realidad. Además, tomemos esta situación como una buena oportunidad para desarrollar la empatía y la solidaridad con el otro. Seamos realistas y evitemos caer en presagios catastrofistas y dramáticos.
La situación es grave, pero la voluntad de enfrentarla siguiendo las recomendaciones oportunas y tomando las cosas con calma son fundamentales para no perder la esperanza y salir fortalecidos. Piense en que toda pasa. Y esto también pasará. Con calma, hay que aceptar aquello que no se puede cambiar y cambiar lo que sí se puede.
Es decir, por mucho que nos incomode, moleste y preocupe, la situación es la que es, así que no gaste energía en lamentarse y adáptese. Esa adaptación le hará sentirse mejor.
No dramatice ni se anticipe con imágenes o pensamientos terribles.
Quédese en la realidad en la que está, aquí y ahora, y evite irse mentalmente a catástrofes que no sabemos si pasarán.
Aproveche para mostrarse solidario con los demás.
Todos, en general, podemos estar asustados, pero mantener la calma en estos momentos difíciles y apoyar a los que están solos es una buena oportunidad para sentirse bien.