2ª. Nunca hay que
estar pendiente de la aprobación de los demás. Se pierde mucha energía y, además,
es imposible contentar a todo el mundo. Siempre habrá personas a las que no
gustaremos y a otras si… por lo tanto, intentar ser coherente con lo que se
piensa y se siente, y ser fiel a uno mismo, es lo mejor que podemos hacer.
3ª. Manejar los pensamientos será la mejor manera de conducir nuestra vida. Puesto que lo que pienso, siento, y lo que siento, hago. Empezaré por pensar bien.
4ª. Intentar con mis pensamientos resolver los problemas que se me presenten, manejando así la emoción, e impidiendo que ésta se desboque ante el suceso que nos toca enfrentar.
5ª. Intentar no
anticipar en negativo y no dramatizar. Ante los problemas, generalmente siempre
hay soluciones y, aunque no encontremos la solución perfecta, también hay otras que
pueden servirnos.
6ª. Hay que
rodearse de gente que sea positiva y que aporte serenidad. Hay que mantenerse
alejado de la gente tóxica y negativa y criticona, que desgasta y genera
malestar.
7ª. Hay que ser
indulgente con todas las personas que se cruzan en la vida; todos creemos que
hacemos lo correcto y, aunque me parezca increíble, el otro cree que acierta.
Lo cual no quiere decir que deje que me pisoteen.
8ª. Ser asertivo
y decir lo que pienso, siento, opino… con el único límite del respeto
a los demás.
9ª. De la misma
manera, poner los límites claros cuando sienta que el otro no me respeta o me
agrede.
10ª. Intentar
vivir el presente, siendo consciente de qué es, realmente, lo que
tenemos.
11ª. Las
decepciones, desengaños o desamores, duelen, pero todos nos recuperamos si no
nos dejamos llevar por la autocompasión y empezamos a valorarnos a nosotros
mismos.
12ª. Nada de
comparaciones: la única comparación válida es la que establecemos con nosotros
mismos.
13ª. Hay que
empezar cada jornada convencidos de que va a ser un buen día, con sus dificultades
y momentos buenos y que será nuestra actitud la que determine, únicamente,
nuestro bienestar.
14ª. Lo que
sucede no lo puedo controlar, los acontecimientos ocurren, pero depende de mí lo
mucho o poco que que éstos me afecten o no.
15ª. Pasarán los
años y se olvidará lo que dije o hice, pero tengo presente que poca gente
olvida cómo le haces sentir.
16ª. Intento, por
lo tanto, tratar bien a los demás y hacerles sentir bien.
17ª . Alejo de
mis pensamientos todo lo que es negativo… porque me hace sentir peor.
18ª. Soy yo, única
e irrepetible, en lo bueno y en lo mejorable… por lo tanto, evito comparaciones
con otros que no me conducen a nada.
19ª. Lucho todos
los días por mejorar… mi principal trabajo es ser mejor persona y crecer interiormente.
20ª. Soy
consciente de mi vida… yo la escribo y manejo.
21ª. Cuando me
equivoco o me rechazan, intento abrir mi mente: acepto aprender de los demás.
22ª. No creo en
la suerte… pues cuanto más te esfuerzas y más “sudas”, ¡más suerte tienes!
23ª. Ante las críticas,
intento aprender, pero ante la crítica destructiva hago caso omiso y sigo
adelante.
24ª. Acepto el
pasado y vivo el presente: el futuro es hoy. Es lo único que tengo.
25ª. Es mi mente
la que hace que los acontecimientos se transformen en felices o no.
26ª. Siento
gratitud por todas las cosas buenas y las buenas personas que están a mi
alrededor.
27ª. A pesar de
los sinsabores o adversidades del pasado, no dejo que éste me convierta en
alguien agrio, triste, o resentido… así lo único que haría es ser infeliz.
28ª. Conecto con
la naturaleza y admiro la vida que exhala… me aporta paz.
29ª. Educo mi
mirada intentando ver siempre lo positivo de la vida; exige esfuerzo en muchos
momentos de tristeza, pero practico y practico como ejercicio personal.
30ª. Intento
equilibrar entre corazón y cabeza: ni soy tan racional que soy fría y distante,
ni tan emocional que cualquier acontecimiento me perturba.
31ª. Todos, todos
los días, ejército mi fuerza de voluntad… eso me hace más fuerte y me hace
sentir bien.
32ª. Hablo
conmigo misma con idéntico respeto y cariño con el que hablo a los demás.
33ª. Me premio a
menudo permitiéndome caprichos que motiven mi esfuerzo y lo conseguido… lo cual
no significa derrochar dinero, ni volverme consumista.
34ª. Hay que intentar no sufrir por nimiedades.
La vida ya se encarga de enfrentarnos a situaciones realmente difíciles. La
lección de hacerlo es precisamente eso, intentar no sufrir por pequeñeces.
35ª. Todos, todos
los días, desdramatizar. Cualquier acontecimiento que nos sucede se vuelve peor
si añadimos una actitud dramatizadora o lo vemos como “el fin del mundo”. Es
verdad que hay adversidades pero, precisamente por eso, porque sabemos que las
hay y nos hacen sufrir, hay que intentar desdramatizar el resto del tiempo.
36ª. A veces, la
mejor solución no es posible, pero si no cierro mi mente y pienso con calma, no
hallaré otras soluciones que también son válidas.
37ª. Intento ser
indulgente conmigo mismo. No vale de nada tener un doble rasero para medir:
perdono a los demás, pero no me perdono a mí mismo.
38ª. Practico
todos los días el decir "No". No son los demás los que abusan de mí sino
yo que no pongo bien los limites.
39ª. La principal motivación es la que viene de mí misma. Es verdad que si viene de fuera es
agradable y ayuda, pero como no siempre es así, soy consciente de que la
automotivación es mi mejor compañera.
40ª. Practico la
amabilidad y el buen trato con los demás, lo mismo que me gusta que a mí me traten así.
41ª. Paro la cabeza,
pienso y sigo… es un buen “leif motiv” de vida.
42ª. Intento que
mi actitud sea positiva… pero siempre con los pies en el suelo.
43ª. No puedo
dejar de pensar, pero sí puedo elegir lo que pienso.
44ª. Mi mente la
manejo yo; mi cerebro es mi ordenador central y creo con él pensamientos que me
lleven a emociones y a conductas que me proporcionen bienestar.
45ª. Todo pasará y
después de mí vendrán otras personas… el saber que moriré me tiene que servir de
acicate para vivir cada día con plenitud, alegría y serenidad.
46ª. Me deshago
cada vez de más cosas; materiales, pero también de pensamientos que
no me sirven y que se convierten en circulares y me llevan a un callejón sin
salida.
47ª. Cada vez,
mentalmente, voy más ligera de equipaje, centrándome en lo que realmente
importa. . Serenidad es lo que intento conseguir cada día.
48ª. Perdono a
los que me han ofendido o se han portado mal conmigo; lo mismo espero que hagan
por mí. Espero que sean indulgentes con mis fallos.
49ª. Intento ver
siempre en el otro una humanidad en la que me reconozco.
50ª. Me ejercito
mentalmente para ser cada vez más flexible. Añado sentido del humor como receta
infalible para sentirme bien y entiendo que, aunque a veces no lo parezca, la
mayor parte de las situaciones difíciles que me tocan enfrentar son
oportunidades para conocerme mejor y ser más fuerte.
www.diazbada.com