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domingo, 26 de noviembre de 2023

AUTOESTIMA: UN VIAJE HACIA EL BIENESTAR INTERIOR


Imagen: Pixabay

En el núcleo de nuestro ser yace un elemento que moldea cómo interactuamos con el mundo y cómo nos vemos a nosotros mismos: la autoestima. Este concepto, más que un mero sentimiento de autovaloración, es un viaje continuo hacia el bienestar interior. La autoestima influye en cada decisión que tomamos, en cómo nos relacionamos con los demás, y en nuestra capacidad para enfrentar las adversidades de la vida.

¿Qué es la autoestima?

La autoestima es la percepción y valoración que tenemos de nosotros mismos. Es la suma de autorespeto y autovaloración, un espejo interno que refleja cómo nos vemos y sentimos con respecto a nuestras capacidades y nuestro valor como personas. Una autoestima saludable nos permite abrazar nuestras fortalezas y debilidades y enfrentar la vida con confianza y resiliencia.

Factores que influyen en la autoestima

Nuestra autoestima es el resultado de una compleja interacción de factores, que incluyen:

  • Experiencias de la infancia: Los mensajes que recibimos durante nuestros años formativos ejercen un impacto profundo. El apoyo, el amor y el reconocimiento positivo de los padres y cuidadores fomentan una autoestima saludable.
  • Experiencias y logros vitales: Los éxitos y fracasos, y cómo reaccionamos ante ellos, también moldean nuestra autoestima. Los logros personales, grandes o pequeños, pueden reforzar nuestra autovaloración.
  • Influencias sociales y culturales: Vivimos en un mundo donde los medios y las redes sociales a menudo establecen estándares poco realistas y comparaciones constantes, lo que puede afectar negativamente a cómo nos vemos a nosotros mismos.

Una autoestima saludable nos permite:

  • Formar relaciones saludables: Nos ayuda a establecer límites saludables y a entrar en relaciones basadas en el respeto mutuo y la igualdad.
  • Tomar decisiones asertivas: Con una autoestima positiva, es más probable que tomemos decisiones basadas en lo que es mejor para nosotros y no en el miedo o la inseguridad.
  • Resiliencia ante los desafíos: Nos da la fortaleza para enfrentar y superar los obstáculos de la vida.

Construyendo una autoestima saludable

El camino hacia una autoestima saludable incluye:

  • Autoaceptación: Aceptar quiénes somos, incluyendo nuestras imperfecciones, es un paso crucial hacia el amor propio.
  • Diálogo interno positivo: Cambiar la crítica interna feroz por un diálogo interno amable y compasivo.
  • Autocuidado: Cuidar de nuestro bienestar físico, emocional y mental es fundamental para fortalecer la autoestima.
  • Establecer y respetar los propios límites: Aprender a decir no y a respetar nuestras propias necesidades es vital.

La autoestima no es algo que se logra de la noche a la mañana; es un viaje continuo de autodescubrimiento, autocuidado y autoaceptación. Al embarcarnos en este viaje, nos abrimos a una vida de mayor satisfacción, relaciones más saludables y una mayor resiliencia ante los desafíos. Recordemos que cada paso hacia el amor propio es un paso hacia el bienestar interior.

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domingo, 19 de noviembre de 2023

AGUAS TURBULENTAS: EL IMPACTO PSICOLÓGICO DE LA TENSIÓN SOCIAL


Imagen: Pixabay

En un mundo cada vez más interconectado y mediático, las tensiones políticas, sociales y económicas no se limitan a los titulares de las noticias; penetran en la vida cotidiana, afectando la salud mental y el bienestar emocional de las personas. En este artículo quiero explorar cómo estos factores macro afectan a nuestro mundo micro, incluyendo nuestro estado psicológico, relaciones y calidad de vida.

1. El impacto psicológico de la tensión política:

  • Estrés y Ansiedad: La incertidumbre política y los conflictos pueden aumentar los niveles de estrés y ansiedad, afectando la capacidad de las personas para manejar las tareas diarias.
  • Polarización y Relaciones: Las diferencias políticas pueden causar tensión en las relaciones personales, llevando a conflictos familiares y sociales.
  • Impacto en el Sentido de Identidad: La política a menudo está entrelazada con la identidad personal, afectando a cómo las personas se ven a sí mismas y a los demás.

2. Efectos de las Tensiones Sociales:

  • Aislamiento Social: Las tensiones sociales pueden llevar al aislamiento y a la marginación.
  • Salud Mental: Las tensiones sociales, como la injusticia o la violencia, pueden tener efectos duraderos en la salud mental, incluyendo el desarrollo de trastornos como el TEPT (Trastorno de Estrés Postraumático).
  • Resiliencia y Empatía: Las experiencias compartidas en tiempos de tensión social pueden fomentar la solidaridad y la empatía, pero también pueden generar fatiga emocional.

3. La presión económica y su influencia:

  • Estrés Financiero: Las preocupaciones sobre el empleo, la deuda y la seguridad económica son fuentes significativas de estrés, lo que puede afectar la salud mental y las relaciones entre las personas.
  • Desigualdad Económica: La percepción de la desigualdad puede alimentar sentimientos de injusticia y desesperanza.
  • Adaptabilidad y Cambio: Las presiones económicas a menudo requieren adaptaciones significativas en el estilo de vida, lo que puede ser un desafío emocional.

4. Estrategias para Manejar la tensión:

  • Información y Límites: Equilibrar la necesidad de estar informado con la importancia de establecer límites para evitar la sobrecarga de información.
  • Apoyo y Comunidad: Buscar apoyo emocional y comunitario para enfrentar los desafíos.
  • Autocuidado y Resiliencia: Desarrollar prácticas de autocuidado y estrategias de resiliencia para manejar el estrés.

La tensión política, social y económica no solo configura nuestro mundo externo, sino que también influye profundamente en nuestra vida privada. Reconociendo y abordando sus efectos en nuestra salud mental y bienestar emocional, podemos desarrollar herramientas más efectivas para navegar por estos tiempos de aguas turbulentas.


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domingo, 12 de noviembre de 2023

UNA REFLEXIÓN SOBRE LA SOLEDAD

 


Imagen: Pixabay

La soledad, una sensación subjetiva de aislamiento o desconexión social, ha sido un tema de preocupación creciente en la sociedad moderna. A pesar de vivir en un mundo más conectado que nunca, muchas personas experimentan soledad, lo que puede tener consecuencias significativas para su salud mental y física.

Entendiendo la soledad

La soledad no es simplemente el estado de estar solo; es la percepción de estar aislado. Es posible sentirse solo en una multitud o contento en la soledad. Lo crucial es cómo una persona interpreta su situación de aislamiento.

Causas comunes de la soledad

  • Cambios vitales: Como la pérdida de un ser querido, mudarse a una nueva ciudad o el retiro.
  • Redes sociales débiles: Falta de conexiones significativas o de apoyo social.
  • Enfermedades mentales: Trastornos como la depresión y la ansiedad pueden contribuir a la soledad.
  • Tecnología y redes sociales: Aunque conectan, también pueden generar una sensación de aislamiento y comparación no saludable.

Impacto de la soledad

  • Salud Mental: La soledad crónica se asocia con depresión, ansiedad y otros trastornos mentales.
  • Salud Física: Diversos estudios sugieren que la soledad puede tener un impacto negativo en la salud física, comparable a fumar o la obesidad.
  • Bienestar general: Puede afectar el sueño, la autoestima y la capacidad de afrontamiento.

Enfrentar la soledad

  1. Reconocer y aceptar: El primer paso es reconocer la soledad sin estigmatizarla.
  2. Buscar conexiones significativas: No se trata de la cantidad, sino de la calidad de las relaciones.
  3. Participación en comunidades: Unirse a grupos o actividades que alineen con intereses personales.
  4. Terapia y apoyo profesional: En consulta, podemos ayudar a explorar las causas de la soledad y desarrollar estrategias para abordarla.
  5. Autocuidado: Actividades como el ejercicio, una dieta equilibrada y la meditación pueden mejorar el bienestar general.

La soledad es un desafío complejo que requiere un enfoque multifacético. Reconociéndola, abordándola a través de conexiones significativas y cuidado personal, y buscando ayuda cuando sea necesario, podemos mitigar su impacto en nuestra vida. La soledad no solo es un problema individual, sino un reflejo de las dinámicas sociales y culturales más amplias, lo que requiere una reflexión y acción colectiva.


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domingo, 5 de noviembre de 2023

SOBRE EL TELETRABAJO


Imagen: Pixabay

En el último par de años, el teletrabajo ha pasado de ser una rareza a una norma en muchas industrias, provocando una reevaluación sustancial de lo que significa "ir a trabajar". Esta transformación ha tenido efectos de amplio alcance en la salud mental de los trabajadores, presentando tanto beneficios como desafíos.

Beneficios del teletrabajo 

  • Flexibilidad: Permite un equilibrio más personalizado entre la vida laboral y personal.
  • Menos tiempo de desplazamiento: Reduce el estrés asociado con los viajes diarios y puede aumentar la satisfacción laboral.
  • Entorno personalizado: Los trabajadores pueden crear un espacio de trabajo que se ajuste a sus necesidades individuales.

Desafíos del Teletrabajo

  • Aislamiento Social: La falta de interacción cara a cara puede contribuir a la soledad y al aislamiento.
  • Dificultad para Desconectar: Trabajar desde casa puede borrar los límites entre el trabajo y la vida personal, llevando a un agotamiento laboral.
  • Entorno Doméstico: No todos tienen acceso a un espacio de trabajo tranquilo y dedicado, lo que puede incrementar el estrés.

Estrategias para una correcta gestión de la salud mental mientras se teletrabaja:

  1. Establecer rutinas: Ayuda a separar el tiempo de trabajo del tiempo personal.
  2. Crear un espacio de trabajo dedicado: Fomenta una separación física entre el "hogar" y la "oficina".
  3. Mantener la conectividad: Utilizar la tecnología para mantenerse conectado con colegas y mantener la comunicación.
  4. Gestión del tiempo: Incorporar pausas regulares y prácticas de atención plena para disminuir el riesgo de agotamiento.
  5. Apoyo profesional: Buscar ayuda psicológica profesional cuando se sientan signos de agotamiento, depresión o ansiedad.

Conclusión:

El teletrabajo no es una panacea para los problemas de bienestar en el lugar de trabajo, pero tampoco es un villano indiscutible. Reconociendo los beneficios y enfrentando los desafíos, podemos tomar medidas proactivas para garantizar que nuestra vida laboral en casa sea tan saludable, productiva y gratificante como sea posible.


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domingo, 29 de octubre de 2023

LA AUTOESTIMA: PILAR FUNDAMENTAL DEL BIENESTAR PSICOLÓGICO


Imagen: Pixabay

La autoestima es la valoración, percepción y apreciación que tenemos de nosotros mismos. Es un componente esencial de nuestra identidad y juega un papel crucial en nuestra salud mental y bienestar general. Una autoestima saludable puede ser la diferencia entre enfrentar la vida con confianza y resiliencia o sentirnos constantemente derrotados y dudosos.

¿Qué es exactamente la autoestima?

La autoestima se refiere a cómo nos vemos a nosotros mismos, tanto en términos de valor intrínseco como en términos de habilidades y competencias. No es un concepto estático, sino que puede cambiar y evolucionar con el tiempo y las experiencias. Es la suma de pensamientos, sentimientos, y creencias sobre uno mismo.

Tipos de Autoestima

  1. Autoestima Alta: No se trata simplemente de sentirse bien consigo mismo todo el tiempo, sino de reconocer el propio valor y capacidades incluso frente a los errores y fallos.

  2. Autoestima Baja: Se caracteriza por dudas constantes sobre el propio valor y habilidades, y puede manifestarse como una crítica interna constante.

Factores que Influyen en la Autoestima

  1. Infancia y crianza: Los mensajes que recibimos de nuestros cuidadores en la infancia juegan un papel importante en la formación de nuestra autoestima.

  2. Experiencias pasadas: Fracasos, éxitos, relaciones tóxicas, o traumas pueden influir en cómo nos vemos a nosotros mismos.

  3. Comparación social: Vivimos en una era de redes sociales, donde es fácil caer en la trampa de compararnos constantemente con los demás.

¿Por qué es importante una autoestima saludable?

Una autoestima positiva nos permite:

  • Tomar riesgos y probar cosas nuevas.
  • Establecer límites saludables.
  • Creer en nuestras capacidades.
  • Afrontar adversidades con resiliencia.
  • Formar relaciones interpersonales saludables.

Construyendo una Autoestima Saludable

  1. Auto-reflexión: Tómate un momento para analizar y comprender tus fortalezas y debilidades.

  2. Autocompasión: Trátate a ti mismo con la misma amabilidad y comprensión que tratarías a un amigo querido.

  3. Redefine el fracaso: En lugar de ver el fracaso como un reflejo de tu valía, considéralo como una oportunidad de aprendizaje.

  4. Rodéate de positividad: Las personas que te rodean juegan un papel crucial en tu autoestima. Busca relaciones que te eleven y evita las que te drenen.

  5. Busca ayuda profesional: Si luchas constantemente con una autoestima baja, considera buscar el apoyo de un profesional de salud mental.

Conclusión

La autoestima es un pilar esencial de nuestro bienestar. No se trata de arrogancia o de creer que somos perfectos, sino de reconocer y apreciar nuestro valor intrínseco. Con esfuerzo y apoyo, es posible cultivar y mantener una autoestima saludable a lo largo de toda la vida.

domingo, 22 de octubre de 2023

ENTENDIENDO LA ANSIEDAD


Imagen: Pixabay

La ansiedad es una reacción natural que se presenta en respuesta a situaciones que se perciben como amenazantes o inciertas. Desde una perspectiva evolutiva, la ansiedad forma parte de la respuesta de "lucha o huida" del cuerpo, preparándonos para enfrentar una amenaza. Sin embargo, cuando la ansiedad se vuelve constante, intensa o irracional, y comienza a interferir con la vida diaria, puede haber evolucionado hacia un trastorno de ansiedad.

Tipos de Trastornos de Ansiedad

  1. Trastorno de Ansiedad Generalizada (TAG): Caracterizado por preocupaciones crónicas y excesivas sobre diversos aspectos de la vida, como el trabajo, la salud, o las finanzas, incluso cuando hay poco o nada que provoque la preocupación.

  2. Trastorno de Pánico: Incluye episodios recurrentes de miedo o terror intenso que alcanzan un pico en minutos (ataques de pánico) acompañados de síntomas físicos como sudoración, palpitaciones y sensación de asfixia.

  3. Trastorno de Ansiedad Social (Fobia Social): Se manifiesta como un miedo intenso y persistente a ser observado o juzgado negativamente por otros en situaciones sociales.

  4. Fobias Específicas: Miedo excesivo y irracional hacia un objeto, situación o actividad específicos, a menudo llevando a la persona a evitarlo.

Causas y Factores de Riesgo

Las causas de la ansiedad son variadas e incluyen factores genéticos, química cerebral, personalidad, eventos traumáticos y estrés crónico. A veces, condiciones médicas o sustancias (medicamentos, drogas, alcohol) pueden ser responsables.

Manejo y Tratamiento de la Ansiedad

  1. Terapia: La terapia cognitivo-conductual (TCC), como la que desarrollo en mi consulta, es especialmente efectiva, ayudando a cambiar patrones de pensamiento y comportamiento.

  2. Medicación: Los medicamentos, como los antidepresivos o los ansiolíticos, pueden ser útiles en algunos casos, siempre recetados por un médico y combinados con la terapia psicológica.

  3. Técnicas de Relajación: Mindfulness, meditación, y técnicas de respiración profunda pueden ayudar a manejar los síntomas.

  4. Estilo de Vida Saludable: Ejercicio regular, sueño adecuado, y una dieta equilibrada son fundamentales.

Prevención de la Ansiedad

Mientras que no siempre se puede prevenir, manejar el estrés es clave. Esto puede incluir aprender técnicas de manejo del tiempo, establecer metas realistas, mantener una actitud positiva, y desarrollar un sólido sistema de apoyo social.

En resumen, la ansiedad es una condición contra la que muchos luchan, y es importante recordar que hay ayuda disponible. Reconocer los signos y buscar tratamiento es el primer paso hacia el manejo efectivo de la ansiedad y una mejor calidad de vida.

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domingo, 15 de octubre de 2023

LAS MÚLTIPLES CARAS DE LA SOLEDAD


Imagen: Pixabay

La soledad, una experiencia universal que toca las puertas de todos en algún momento de la vida, es un tema rico y complejo dentro de la psicología clínica. En la moderna era digital, donde la conectividad virtual es omnipresente, la soledad puede parecer un oxímoron, pero en realidad, es un fenómeno creciente y preocupante. 

La soledad no se trata simplemente de estar solo. Es posible sentirse solitario en una habitación llena de gente, así como encontrar consuelo y satisfacción en la soledad elegida. La soledad se vincula no tanto con la ausencia de personas, sino con una desconexión emocional, una falta de relaciones significativas y un deseo insatisfecho de ser comprendido y valorado. Hay diferentes tipos de soledad: 

Soledad Emocional: La falta de conexiones emocionales profundas, a menudo se experimenta como la ausencia de una relación íntima o de un confidente. 

Soledad social: La percepción de no pertenecer o de estar aislado socialmente, incluso cuando estamos rodeados de otros. 

Soledad existencial: Un sentido más profundo de aislamiento que se relaciona con la búsqueda de propósito y significado en la vida. 

Hay que tener en cuenta que la soledad no es simplemente un estado emocional pasajero. Tiene implicancias profundas para nuestra salud mental y física. La soledad crónica se ha vinculado con un aumento del riesgo de enfermedades cardíacas, deterioro cognitivo y depresión. 

Existen diferentes estrategias psicológicas para abordar la soledad: construir conexiones auténticas; fomentar relaciones que estén basadas en la autenticidad y la vulnerabilidad; desarrollar la autocompasión; aprender a ser un buen amigo para uno mismo, ofreciendo palabras y gestos de consuelo y cariño hacia nuestra propia persona.

A través de la terapia de psicología clínica, hay que tratar de explorar las raíces de la soledad y desarrollar estrategias para gestionarla. Es positivo involucrarse en actividades sociales: unirse a grupos o actividades que resuenen con nuestros intereses y valores. 

También es bueno practicar la atención plena para estar presente y conectado con nuestras experiencias, reduciendo así la propensión a la rumiación y al aislamiento. La soledad puede ser tanto un desafío como una oportunidad para el crecimiento personal. Es una invitación a explorar nuestras necesidades emocionales, a comprender nuestras barreras internas hacia la conexión y a trascender hacia relaciones más ricas y significativas. En el contexto clínico, el abordaje de la soledad involucra una danza delicada entre el autodescubrimiento y el desarrollo de habilidades para la construcción de relaciones.


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domingo, 8 de octubre de 2023

VOLVER A EMPEZAR

Imagen de Johannes Plenio en Pixabay

Las rupturas amorosas sumen a las personas en muchos pensamientos negativos acerca de su propia valía.

Es frecuente pensar que uno no ha sido lo suficientemente valioso, o inteligente, o atractivo, para mantener a la persona amada al lado. El abatimiento y la tristeza se apoderan de la mente del que sufre la pérdida.

La amargura y tristeza es tan grande que aunque sabemos que un amor deja paso a otro, que nadie es imprescindible y que de la misma manera que se enamoró una vez puede hacerlo varias veces a lo largo de la vida, estos argumentos no consuelan a la persona que sufre por sentirse abandonada o traicionada.

Mantener la esperanza y centrarse en uno mismo es el primer paso para superar el desamor. Pensar que no son carencias que uno tenga, sino simplemente que la relación interpersonal acaba por falta de compromiso del otro, por problemas de convivencia que matan poco a poco el amor o simplemente por dejadez. Porque el amor hay que cuidarlo.

La atención al otro, la comunicación, el intentar cada día hacer feliz al otro, son elementos claves de una buena relación de pareja.

Pero todo tiene que partir del compromiso profundo y sincero de estar con el otro y de ser honesto y sincero.

Si, a pesar de todo esto, el amor se apaga, siempre hay que continuar adelante y pensar que la vida, siempre generosa, nos pondrá en el camino a otra persona con la que nuestro corazón roto, pero también más fuerte tras el desamor, volverá a ilusionarse y sonreír.


domingo, 1 de octubre de 2023

COMPROMISO VITAL



Imagen: Pixabay

A pesar de que los niveles de bienestar, de esperanza de vida y de
avances tecnológicos que hemos alcanzando no tienen comparación con respecto a otras épocas, las personas seguimos sufriendo psicológicamente la depresión y la ansiedad, y otras enfermedades del estado de ánimo no dejan de aumentar, y podemos decir que mucha gente sigue sufriendo en su día a día. La vida se convierte en muchas ocasiones en una pesadilla, en una cuesta arriba continua.

Una de las carencias que en esta época es frecuente ver en la consulta de psicología clínica y que genera mucho malestar es la falta de compromiso y la baja tolerancia a la frustración.

Esta falta de compromiso se evidencia, en muchas ocasiones, en las relaciones de pareja. Y la baja tolerancia a la frustración puede verse en el malestar que padecen muchas personas ante situaciones cotidianas que carecen de envergadura desde el punto de vista emocional como para ocasionar semejante desbarajuste y malestar interno.

Cuando dos personas se emparejan y comienzan a convivir, es evidente que tiene que haber un primer ajuste, que es el de la adaptación a esa nueva situación. Una adaptación que va desde aprender a compartir el mismo espacio físico hasta aprender a ceder ante situaciones cotidianas que antes manejábamos de manera diferente al estar solos.

Pero además de estos ajustes que hacemos diariamente y que van constituyendo un verdadero ensamblaje si se van haciendo bien, también es cierto que hay que comprometerse en el día a día en todas aquellas cosas que, no por menos agradables, son necesarias y en las que tiene que haber una buena coordinación, porque si no, la pareja acaba por romperse. Esto es evidente, por ejemplo, en el cuidado de los hijos.

A pesar de que vivimos en una época en la que tener o no tener hijos ya no debería ser un problema, sin embargo, la realidad, tozudamente, nos quita la razón. Y así, no es infrecuente ver todavía a parejas que te dicen que “no lo esperábamos” y tienen un hijo no deseado, o a parejas que se embarcan en tenerlos sin realmente quererlos.

A muchas parejas les cuesta darse cuenta de que emparejarse no significa necesariamente tener hijos. Que es una responsabilidad muy importante, quizás la mayor de las decisiones que tenemos que tomar en nuestra vida, puesto que no tiene vuelta atrás y, además, es para siempre. Nada hay más importante que traer un nuevo ser humano al mundo y, consecuentemente, habrá que acompañarle, protegerle y cuidarle física y emocionalmente hasta que sea adulto.

Pues bien, todavía en pleno siglo XXI hay parejas que no se plantean la realidad de este modo: se lanzan a tener un hijo sin pensar si realmente quieren tenerlo y sin tener en cuenta cómo se van a organizar cuando llegue el bebé. Además, sin tampoco pensarlo, si la pareja tiene un niño van a por un segundo bebé que habrá de ser… niña. (Recuerdo a una persona que sufrió una decepción tan grande al enterarse de que el niño que iba a tener sería chico -como el primero- que sufrió un ataque de ansiedad por no tener una niña, por no tener "la parejita"...).

No es infrecuente encontrarse con parejas que, a los cuarenta o cincuenta años, experimentan una crisis existencial y se dan cuenta de que han llevado una vida que realmente no querían y así se ven con trabajos que no les satisfacen, con hijos que quieren, pero que hubieran no querido tener y, en general, llevando una vida o, mejor dicho, metidos en una vida que no es la que hubieran escogido.

¿Pero, qué ha pasado? Nadie les ha obligado a llevar la vida que no querían, sino que no han sido conscientes de que eran ellos los que realmente dirigían su vida y, por lo tanto, deberían haber pensado y reflexionado realmente sobre qué es lo que querían realmente hacer. La presión social de la época que toca vivir les empuja a llevar una vida que no es la suya, con la consiguiente factura de infelicidad.

También es frecuente ver parejas que no se comprometen, es decir, aquellas que se emparejan, pero pretenden llevar la misma vida que cuando no estaban en pareja. Y es que la presión del “tengo que tener mi espacio”, tan marcada de unos años para esta parte, lleva muchas veces a que sí, tengo mi espacio, pero es un espacio tan grande que no cabe nadie más, con lo cual la relación de pareja se resiente y, además, si hay hijos, la relación con los mismos también.

Eso lleva a que una de las partes de la pareja sea la que se responsabilice o cargue con todo el peso de la casa, hijos, educación de los mismos... lo que lleva irremediablemente a un fuerte distanciamiento emocional y afectivo.

Es terrible ver a familias en las que la comunicación brilla por su ausencia, a jóvenes adolescentes que dicen que sus padres no hablan con ellos o que cuando comen o cenan, la tele está encendida y no hay manera de charlar. A hombres que llegan estresados del trabajo y que “necesitan” irse al gimnasio o salir con los amigos a tomar algo para quitarse el estrés, mientras a que la mujer y los hijos esperan en casa a que vuelvan, generalmente con unas copas de más.

¿Por qué la gente se empeña en llevar una vida que realmente no era la que quería? Porque una cosa es que la vida no sea como en un principio habíamos planeado cuando somos muy jóvenes y, en general, poco realistas, pero otra cosa muy diferente es que no te comprometas con lo que te toca vivir.

Creo que la falta de compromiso se deriva directamente de la falta de consciencia de que la vida que llevo y llevaré dependerá de mí, única y exclusivamente. De la falta de tolerancia a la frustración en una época hedonista donde todos los deseos tienen que verse satisfechos, donde el niño tiene que tenerlo todo porque si no se “acompleja” o se “traumatiza” o porque así expongo socialmente lo que tengo… Ese niño que, posteriormente, se va convirtiendo en un adulto dictador, egoísta y, sobre todo, frágil, que ante cualquier revés, tan frecuentes en la vida, se desmorona y cae en estados depresivos.

La falta de objetivos, la ausencia de un “norte” claro, de ser conscientes cada día de lo que voy a hacer y de lo que quiero hacer, lleva a que los días se nos escapen de las manos, a que vivamos acelerados o hagamos cosas que no queremos hacer.

Ahora que tantos avances nos facilitan la vida, desde la lavadora hasta Internet, pasando por el enorme acceso que tenemos a la cultura o a la formación... debemos ser conscientes de que nada de eso vale si seguimos empeñados en dejarnos llevar por la inercia, por hacer lo que está establecido y supuestamente “toca hacer”, por no pensar, y por ocupar nuestra cabeza con todo tipo de cosas para no enfrentarnos con nosotros mismos.

Hay que pararse a pensar en qué quiero, en cómo quiero que sea mi vida, en qué pasos voy a dar. No hay que dejarse llevar por lo establecido o lo que se lleva o lo que está bien visto. Hay que ser consciente de que cada una de mis acciones requiere el compromiso interior de haber hecho reflexiones profundas antes de tomarlas.

La vida no es actuar a tontas y a locas. Tampoco es “vivir que son dos días” porque, afortunadamente, son muchos más que dos.

Así que, si queremos sentirnos bien, comprometámonos con lo que hacemos, con nuestro día a día, con las personas que nos rodean y queremos. Solamente así nos daremos cuenta de que somos los artífices de nuestra vida, que tenemos nuestro criterio y, sobre todo, nos sentiremos serenos y con bienestar.


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domingo, 24 de septiembre de 2023

ALGUNOS CONSEJOS PARA CONTROLAR LA ANSIEDAD


Imagen: LTPV 

Todos tenemos momentos a lo largo de nuestra vida en los que experimentamos ansiedad. La ansiedad es una emoción normal y sana, que todos sentimos, y en general nos hace rendir mejor o enfrentarnos a determinadas situaciones con más probabilidades de éxito. Nos prepara para la acción y para estar alerta. Esa es la ansiedad buena. 

La ansiedad mala es aquella que experimentamos cuando no necesitamos estar en alerta, rendir mejor o enfrentarnos a alguna situación. Esa es la que hace que físicamente notemos efectos como sudoración, dolores de cabeza, palpitaciones, temblores musculares y un sinfín más de síntomas que interpretamos asustándonos y provocando más tensión muscular, más síntomas y más miedo.

Para conseguir que dicha ansiedad vuelva al umbral en el que debe estar y se convierta de nuevo en una respuesta normal y satisfactoria, podemos guiarnos por estas pautas.

* No tenga miedo. No va a suceder nada terrible. Por mucho que los síntomas sean muy aparatosos, ni se va a volver loco, ni va a pasar nada.

* Aceptar que en ese momento tiene miedo es la mejor manera de enfrentarlo y hacer que empiece a ceder y se vaya reduciendo.

* Respire con calma, ayúdese de la respiración diafragmática, la que llega al final de nuestros pulmones y hace incompatible fisiológicamente experimentar ansiedad. Haga respiraciones profundas y tranquilas, y verá cómo, poco a poco, los síntomas desaparecen.

* Distráigase: mire alrededor y fíjese en lo que ocurre fuera. No se auto-observe e intente estar distraído y ocupado físicamente. Lo peor que puede hacer es tumbarse y quedarse quieto; aumentará la autobservación y con ello los síntomas.

* Maneje bien sus pensamientos: Piense que no está en una situación real de peligro, que su mente la maneja usted y que es capaz de controlarla y pararla.

Proporciónese pensamientos tranquilizadores y positivos, y verá cómo su mente es capaz de ir frenando la respuesta de ansiedad, cómo desaparece el miedo y se va sintiendo mejor.

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