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Imagen: Pixabay |
Estamos cerca de acabar este 2018 y empezaremos otro año más de vida, experiencias, sinsabores y alegrías.
Otro año en que sentiremos tristezas, emociones de rabia y decepción, también de serenidad, y viviremos momentos de paz y otros de zozobra.
Alguien me contará que le rompieron el corazón y le diré que de esa manera su corazón se hará más fuerte para soportar otros sinsabores y que estará preparado para esperar a la próxima persona que le hará feliz. Y que sin duda aparecerá.
Alguien me contará que ha perdido su trabajo y que le angustia su situación y pensaremos que eso le permitirá y pensar en nuevas oportunidades que, aunque no fáciles, se le ofrecen.
Alguien me dirá que está decepcionado, porque la persona en la que confiaba le ha traicionado y no es tan buen compañero o amigo como esperaba. Y le diré que tenga esperanza, que a lo largo de la vida vamos dejando en el camino a personas que nos acompañaron un trecho, y a quienes acompañamos, y luego perdimos por diferentes motivos.
Alguien me dirá que está triste porque perdió a quien quería por enfermedad, y le animaré a luchar y a que recuerde a la persona ausente con la misma fuerza y amor como cuando estaba con él o ella.
Todos me enseñarán la capacidad increíble que tiene el ser humano de sobreponerse a las tristezas y a las pérdidas, a las adversidades.
Y me reconfortará de nuevo ver, darme cuenta, de que todos cambiamos si nos lo proponemos y que la gratitud a la vida y a la gente buena que nos rodea, es una corriente positiva de bienestar y paz.
No sé si lo mejor está por llegar, pero intentaremos con nuestra actitud que todo lo bueno del día a día no nos pase desapercibido y lo sepamos disfrutar un año más.
Feliz Navidad a todos.
Gracias